El viernes 26 de mayo, fue un día especial para los alumnos/as de 4º de primaria. ¡Por fin había llegado la fecha de nuestra excursión a Soria!.
Después de haber trabajado todo el curso sobre la vida y los poemas de Machado, estábamos deseosos de viajar a ese lugar que fue tan importante para nuestro poeta.
A pesar del madrugon, estábamos contentos y con muchas ganas de pasar un día agradable con nuestros compañeros y nuestras profesoras. Héctor apareció con un ramo de flores para depositarlo en la tumba de Leonor y tenemos que decir que "el ramo" se convirtió en un protagonista especial de nuestra excursión. A pesar de echarle agua en numerosas ocasiones, quedo algo mustio con el calor, no obstante conseguimos cumplir nuestro objetivo.
En Matalebreras hicimos una parada¡Tocaba reponer fuerzas y descansar un rato!.
Una vez llegados a la ciudad iniciamos el recorrido y ahora tocaba "alimentar el alma".
Siguiendo las huellas del poeta, llegamos a la Plaza Mayor, entramos en la iglesia donde Antonio y Leonor sellaron su amor. Seguimos paseando por la ciudad parándonos en la Audiencia, en el Casino de la Amistad, en el Instituto y por último en el Olmo y en el Cementerio del Espino, donde depositamos versos y flores.
En el camino el eco de nuestros versos acompaño las huellas de nuestro poeta.
Por último paseo por el Duero, por los álamos dorados que nos llevaron a San Saturio y una vez a acabado el recorrido, a comer unos buenos "bocatas"... ¡Nos lo habíamos ganado!
Después de haber trabajado todo el curso sobre la vida y los poemas de Machado, estábamos deseosos de viajar a ese lugar que fue tan importante para nuestro poeta.
A pesar del madrugon, estábamos contentos y con muchas ganas de pasar un día agradable con nuestros compañeros y nuestras profesoras. Héctor apareció con un ramo de flores para depositarlo en la tumba de Leonor y tenemos que decir que "el ramo" se convirtió en un protagonista especial de nuestra excursión. A pesar de echarle agua en numerosas ocasiones, quedo algo mustio con el calor, no obstante conseguimos cumplir nuestro objetivo.
En Matalebreras hicimos una parada¡Tocaba reponer fuerzas y descansar un rato!.
Una vez llegados a la ciudad iniciamos el recorrido y ahora tocaba "alimentar el alma".
Siguiendo las huellas del poeta, llegamos a la Plaza Mayor, entramos en la iglesia donde Antonio y Leonor sellaron su amor. Seguimos paseando por la ciudad parándonos en la Audiencia, en el Casino de la Amistad, en el Instituto y por último en el Olmo y en el Cementerio del Espino, donde depositamos versos y flores.
En el camino el eco de nuestros versos acompaño las huellas de nuestro poeta.
Por último paseo por el Duero, por los álamos dorados que nos llevaron a San Saturio y una vez a acabado el recorrido, a comer unos buenos "bocatas"... ¡Nos lo habíamos ganado!
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