La construyó un rey musulmán con un nombre súper largo y difícil de acordarse, pero nuestra guía nos ha dicho que podemos llamarle “Abuyafár”. La verdad es que este rey la construyó como para usarla como un chalet de lujo, pues la usaba para estar allí de vacaciones y relajarse, pues en aquellos tiempos, dónde está situada la Aljafería, no había nada, solo campos y más campos, y como estaba lejos de Zaragoza ciudad, por eso se dice que se relajaba, totalmente fuera de la ciudad, sin que nadie le molestará.
Al entrar hay un gran patio, como una especie de jardín, pues ese se le llama el patio de Santa Isabel, que fue una princesa de Aragón y reina de Portugal. En este pequeño jardín hay naranjos, pero sus naranjas no son para comer ni para hacer zumo de naranja, si no que para hacer mermeladas de naranja.
También hemos aprendido como rezaban los musulmanes y la diferencia que hay entre las iglesias católicas a las iglesias musulmanas. Resulta que son como una pequeña mezquita, (que así las llaman) dónde no hay nada en el suelo, ni un altar, ni bancos…Nada. Solo se ponían a rezar encima de una alfombra arrodillados en dirección a una especie de arco en la pared con un gran hueco, es o servía para decir a que dirección estaba una ciudad musulmana, y a esa dirección tenían que rezar.
Hay una sala dónde ahí estaban los tronos de los reyes, lo más curioso es que la decoración de los musulmanes casi siempre con arcos, estrellas y lunas. Nunca con figuras humanas.
El palacio de la Aljafería también estuvo habitada por un rey muy famoso de Aragón,
Pedro el IV el ceremonioso, que así le llamaban. En esta época los decorados ya cambiaban, y había otro tipo de techo, uno como de madera con dibujitos, que se llamaba alfarjes, este tipo de techo había en algunas salas como la del pozo, dónde se puede observar el pozo que sigue funcionando: cuándo el río Ebro sube, el agua llega hasta ese pozo y la almacena, pero cuándo no sube nada. Lo más mínimo de agua que ha habido en el pozo es un charco, pero siempre está con agua. La verdad es que cuándo yo he ido estaba algo profundo.
REDACTORA ELENA A
No hay comentarios:
Publicar un comentario